Los Síntomas del Embarazo
El embarazo es un proceso casi milagroso en que el cuerpo de la mujer pasa por toda una serie de cambios que posibilitan la concepción de una nueva vida.
Sin embargo, estos cambios suponen un gran esfuerzo para el cuerpo femenino. Y aún cuando el proceso se desarrolla de forma totalmente óptima, comportan toda una serie de síntomas variados.
Es importante aprender a reconocerlos. Tanto para aprender sobre el propio estado de gestación. Como para ser consciente de cuándo se trata de procesos naturales, y cuándo se puede estar sufriendo algún tipo de complicación.
Como siempre, conocerse es la mejor opción para tener una buena salud tanto física como psíquica.
Por ello, aquí vamos a enumerar los principales síntomas del embarazo, desde sus primeras semanas hasta el último de los 280 días que dura de promedio.
El comienzo de los Síntomas del Embarazo
En las primeras semanas de embarazo es muy habitual no ser consciente en absoluto del mismo. Especialmente si se trata de algo que no se haya estado buscando y preparando con un control periódico.
Puesto que se trata de algo tan importante, aprender a reconocer los primeros signos de embarazo en esta primera etapa resulta vital.
Si durante los primeros días tu periodo no ha llegado y tienes dudas, puedes empezar con una prueba de embarazo. Una vez confirmado, empezarás a experimentar algunos de los temidos síntomas del embarazo.
Pero no temas a estos cambios hormonales. Una vez conocidos, es fácil tomar medidas para suavizar estos síntomas de embarazo y llevar una rutina diaria normal.
Primeros síntomas que pueden indicar un embarazo
Cada cuerpo es un mundo.
Y mientras que muchas mujeres no notan absolutamente nada hasta semanas después… Otras tantas sienten los síntomas desde los primeros días.
A estos primeros síntomas se les llama signos de presunción de embarazo.
Se trata de unos primeros signos que alertan de todo lo que se está preparando.
Y como ya hemos señalado, pueden seguir ritmos muy distintos para cada mujer, pero es muy probable que acaben apareciendo.
Ausencia de menstruación
Por lo evidente que resulta, la amenorrea es habitualmente el primer síntoma relevante de que una mujer está embarazada.
Sin embargo, no hay que alarmarse por un retraso de unos pocos días. Y conviene confirmar con una prueba de embarazo.
Incluso en mujeres con un ciclo menstrual regular son habituales los retrasos por algunos factores como cambios hormonales. Entre ellos algo tan común como niveles pronunciados de nerviosismo o estrés.
Se puede empezar a considerar la posibilidad de embarazo tras una semana de retraso. Aunque nunca es señal inequívoca de ello.
De hecho, es posible que la regla se presente incluso en caso de embarazo, aunque no es habitual. Si este caso se da, el sangrado será poco abundante y se dará durante un periodo más corto.
También ocurre que, aproximadamente una semana después de la fecundación, puede darse el sangrado de implantación.
Este es un manchado ligero que presenta sangre en poca cantidad y se resuelve un par de días después. Se da como resultado de la implantación del embrión en el útero, de forma totalmente natural.
Es común confundir este sangrado de implantación con una menstruación.
Náuseas y Vómitos
Otro de los síntomas más reconocibles durante el embarazo es la aparición de náuseas. Especialmente en las primeras horas de la mañana, que tienden a provocar vómitos en la embarazada.
Se dejan notar sobre todo nada más despertarse y tras desayunar. Aunque pueden llegar a estar presentes durante todo el día.
Son producto de la acción de las hormonas progesterona y HGC, que afectan a las mucosas estomacales.
Es habitual que las náuseas y vómitos aparezcan alrededor de la quinta semana de gestación. Aunque no se prolongarán durante todo el embarazo…
Habitualmente desaparecerán en el segundo trimestre de embarazo.
Mareos
Durante el embarazo, la sangre fluye más lentamente y se dedica una gran parte de él hacia el útero.
Debido a esto, es común experimentar mareos e incluso posibles desmayos o síncopes, como los que se producen al levantarse repentinamente.
No hay que preocuparse por estos síntomas de embarazo. Resultan totalmente normales.
Solo hay que mantener los pies en alto tras episodios de mareos, y la futura mamá se recuperará sin problemas.
Somnolencia
El aumento de la hormona progesterona también tiene un efecto sedante en el cuerpo.
Por culpa de esto, es común que la mujer embarazada experimente niveles de cansancio más pronunciados. Así como de una mayor somnolencia.
No hay problema en dormir más si el cuerpo lo pide. Pero si la sensación se hace muy notable siempre es mejor consultarlo al ginecólogo.
Además, el cuerpo solicita grandes cantidades de hierro en esos momentos.
Por lo que también es fácil desarrollar anemia. Basta con mantener un consumo alto de alimentos ricos en hierro como la carne roja y los frutos secos.
Agudización del olfato
Otro de los síntomas más habituales durante las primeras semanas es la agudización del olfato. Estos síntomas pueden llegar con una alteración del sentido del gusto.
Cada embarazada puede reaccionar de forma distinta a esto… Pero es habitual que olores que antes eran inofensivos provoquen ahora un gran rechazo, como podría ser el del pescado cocinado.
Del mismo modo, esto también puede provocar la aparición de los comunes antojos.
Se aconseja en estos casos procurar no abandonar una dieta equilibrada. Satisfaciendo los nuevos gustos en la medida de lo posible y saludable.
Aumento de la frecuencia con que se va al baño
El crecimiento del útero a lo largo de las primeras semanas provoca también una compresión de la vejiga. Además de un desplazamiento de los intestinos más adelante.
Esto provoca que la embarazada necesite orinar con más frecuencia. Además de poder provocar gases y molestias digestivas como estreñimiento.
También es común que el flujo cervical aumente. Por lo que mantener una higiene íntima adecuada es importante para evitar posibles infecciones.
Dolor abdominal
Los dolores abdominales, muy parecidos a los que se experimentan de forma previa a la menstruación, son también muy comunes.
Frecuentemente estos se confunden con los premenstruales cuando la mujer aún no tiene conocimiento de su estado. Ya que se localizan en la parte baja del abdomen y provocan sensaciones muy parecidas.
Aplicar calor y tomar analgésicos de forma común debería calmarlos. De no ser así, es mejor consultar a un ginecólogo.
Sensibilidad y crecimiento del pecho
Es otro de los síntomas más fáciles de reconocer y uno de los primeros en percibirse por la propia embarazada. El aumento de estrógenos hace que las mamas aumenten su tamaño, mostrando además una mayor sensibilidad.
En los pezones, la aréola aumenta de tamaño y oscurece su pigmentación. También se desarrollan los tubérculos de Montgomery, unas pequeñas glándulas con relieve que lubrican y protegen el pezón preparándolo para la lactancia.
Síntomas del embarazo semana a semana
Vale la pena mencionar qué síntomas de embarazo aparecen a lo largo de las 40 semanas y sobre todo después del primer trimestre.
Primer trimestre de embarazo
Durante la primera y la segunda semana, lo más común es que la embarazada no note aún ninguno de los sintomas del embarazo.
Sin embargo, algunas mujeres notan los primeros síntomas de fatiga, náuseas, sensibilidad en el pecho o alteraciones del humor a lo largo de la segunda semana.
A partir de la cuarta semana es muy importante detener totalmente el consumo de cualquier tipo de sustancias nocivas. Como es el caso de alcohol o tabaco.
Los primeros síntomas se hacen presentes en este periodo excepto la mayor frecuencia a la hora de orinar, que aparecerá durante la quinta semana.
A lo largo de la sexta semana pueden aparecer molestias digestivas, como reflujo, acidez o estreñimiento.
Durante la séptima semana es común la aparición de los llamados antojos, y a lo largo de la décima semana la tripa empezará a crecer de forma visible.
A partir de la undécima semana el feto será capaz de moverse, cosa que la embarazada puede notar con claridad.
Segundo trimestre de embarazo
A partir de la semana 13 es común que la embarazada gane más peso del necesario por el aumento del apetito. Así que conviene cuidar la alimentación y salud.
La barriga sigue creciendo cada vez más, y los senos lo hacen también, preparándose para ser capaces de alimentar al futuro bebé.
De la semana 17 en adelante el peso del embarazo se deja notar en el sistema circulatorio de la mujer, que puede sufrir de piernas pesadas o hinchadas, así como la aparición de varices.
El estreñimiento también puede acentuarse, por lo que se recomienda incluir una buena cantidad de fibra en la dieta, así como abundante agua.
A partir de la semana 21 la piel de la barriga se habrá dilatado tanto que es posible que aparezcan problemas de piel como sequedad o estrías.
Si aún no habíamos empezado a aplicar crema hidratante y antiestrías, es un muy buen momento para hacerlo.
Entre las semanas 25 y 26 las ganas de orinar volverán a acentuarse, ya que el útero cada vez mayor ocupa mucho espacio y ejerce una gran presión sobre la pelvis.
En este punto también es común que aparezcan dolores de espalda por la carga a la que el cuerpo no está acostumbrada.
Para paliarlos o evitarlos en la medida de lo posible es muy recomendable la realización de ejercicio físico moderado que refuerce la musculatura y la relaje, como el tai chi o el yoga adaptados.
Tercer trimestre de embarazo
A partir de la semana 27 la madre va a sufrir el periodo más incómodo del embarazo.
De aquí en adelante, la gran carga que soporta su organismo se dejará notar en forma de incomodidad habitual, cambios de humor a causa de la carga hormonal y un cansancio muy presente.
Será muy común la hinchazón de pies, que puede remediarse manteniéndolos en alto, y las estrías pueden hacerse notar si no se han tomado las medidas indicadas.
A partir de aquí el feto puede sentir el estado mental de la madre, así que la tranquilidad es muy importante.
Llegando a la semana 30 pueden aparecer algunas primeras contracciones, pero no es algo de lo que preocuparse mientras no se den con mucha frecuencia.
Alrededor de la semana 35 el feto empieza a adoptar su posición cabeza abajo. Se prepara para el parto, y el movimiento puede ser de bastante presión sobre los órganos de la mujer.
Es común tener dificultades para respirar con comodidad a causa de esto, y también sentirse llena o saciada rápidamente al comer.
De la semana 37 en adelante el parto regular ya es posible, por lo que, si las contracciones se dan a menudo, hay que consultar al ginecólogo.
En las semanas 39 y 40 el bebé está totalmente listo y puede ser de hasta más de 3 kg. Por lo que la embarazada tendrá serias dificultades para hacer cualquier cosa cotidiana sin bastante incomodidad.
¡Es el momento de recibir a una nueva vida!
No olvides tener en cuenta…
Es necesario recordar que los síntomas y tiempos aquí señalados son solo una guía de lo más común. Los cambios hormonales pueden ser muy diferentes en cada mujer.
Tampoco hay que preocuparse si algunos de los primeros síntomas de embarazo puede no aparecer. Incluso si hemos confirmado con una prueba de embarazo, es mejor acudir al médico para estar totalmente seguras.
Cada embarazo es un proceso muy distinto. Pero es importante acudir siempre al médico ante cualquier duda de que algo no vaya bien.
Algunas mujeres llevan su embarazo con mucha más comodidad que otras. De la misma forma que cada persona vive sus dolencias o experiencias de forma distinta.